Con el “Tren de la Selva” se inicia el paseo al centro de las cataratas del Iguazú. Una caminata por las pasarelas, entre lianas, helechos y árboles inmensos, le permitirá recorrer todos los saltos hasta llegar a la Garganta del Diablo, cuya bruma humedecerá no sólo su rostro sino también su asombro. Allí tendrá la posibilidad de “bautizarse” en estas espumosas aguas -opcional- en un corto viaje en gomón por el río hasta las cataratas. No lleve demasiada ropa, el buen clima reinante durante todo el año ayudará a secarlas.

El traslado al Parque Nacional Foz de Iguazú, en Brasil, ofrece una nueva perspectiva de estas hermosas cataratas, formadas por una erupción volcánica ocurrida hace 120 millones de años. A lo largo de 950 metros de pasarelas puede disfrutarse el impetuoso andar del río Iguazú por estos desniveles. Allí, se encuentra uno de los puntos panorámicos desde donde se aprecian en su conjunto.

Desayuno. Con alguna infaltable artesanía de la región, se trasladará al Aeropuerto de Iguazú para dirigirse a la Ciudad de Buenos Aires. Será un gusto recibirlo nuevamente. Lo esperamos!!!.