La Hostería Rincón del Socorro está construida a partir de un casco de estancia de 1896 restaurado y ampliado personalmente por Douglas Tompkins. Los edificios conservan el estilo clásico español, de grandes galerías que refrescan las casas en los días de calor. En los días fríos se puede disfrutar de la calidez del hogar a leña en el salón principal, y en los calurosos de una pileta de natación musicalizada por las cotorras vecinas.
Saliendo de los edificios para huéspedes se encuentran las casas del personal de CLT (Conservation Land Trust), y una escuelita donde se educan los hijos de estos trabajadores. En la estancia es frecuente cruzarse con los técnicos de la fundación, quienes estarán encantados de charlar sobre el funcionamiento de los proyectos de reintroducción y la creación del Parque Iberá.